Homeopatía
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La homeopatía se establece como un sistema de curación seguro, delicado y natural, cuyo propósito es colaborar con el organismo para aliviar los síntomas, promover la recuperación y potenciar la salud de manera integral.
La Homeopatía se aplica en más de 80 países a nivel mundial, con una base de aproximadamente 300 millones de pacientes que confían en su efectividad de forma regular. Este método terapéutico aborda las enfermedades mediante el uso de sustancias en dosis mínimas.
La homeopatía también se distingue por su reconocimiento de que cada individuo manifiesta su enfermedad de manera única y ligeramente diferente. De ahí que, en situaciones similares, no sea necesario que dos personas reciban el mismo tratamiento homeopático.
Estos tratamientos respetan la evolución natural de la enfermedad y actúan en tres niveles de prevención:
- Permite al paciente mantener un buen estado de salud, fortaleciendo su bienestar a través de medicamentos que lo regulen.
- Evitar la enfermedad, reaccionando rápidamente gracias a los medicamentos específicos para cada afección.
- Recuperar rápidamente el estado saludable después de una enfermedad, a través de medicamentos que favorecen la recuperación.
El medicamento homeopático
Los medicamentos homeopáticos se derivan de materias primas, que pueden ser de origen vegetal, animal, mineral o sintético, y se obtienen siguiendo procesos definidos en las farmacopeas.
Se destacan por su método de fabricación que involucra dos etapas esenciales: la dilución de la sustancia original y la agitación en serie. El resultado son medicamentos con una toxicidad extremadamente baja o nula, y efectos terapéuticos que estimulan los recursos del organismo, fortaleciéndolo.
Estos medicamentos son seguros en su uso, inclusive en poblaciones como niños, mujeres embarazadas y mascotas de pequeño tamaño, sin presentar los efectos secundarios comunes en muchos medicamentos tradicionales.
Patologías
- Gripe.
- Tos.
- Diarrea.
- Crisis de migraña.
- Contusiones.
- Alergias.
- Dermatitis.
- Asma.
- Afecciones reumáticas.
- Ansiedad.
- Infecciones de garganta, oídos, ginecológicas y urinarias.
- Control del dolor.
- Control del dolor.
- Estreñimiento.
- Alivio de efectos secundarios como las nauseas de la quimioterapia.